¿Vale la pena pagar por un curso presencial?

  

Nadie niega que los cursos de temáticas como SEO, AdWords, eMail Marketing y otras herramientas sean útiles. En efecto, cualquiera que desee optimizar un negocio utilizando Internet –hoy en día, la única manera de crecer comercialmente- debería capacitarse en este tipo de contenidos. Sin embargo, habiendo información disponible en forma gratuita, e incluso cursos que se pueden tomar de manera virtual, ¿por qué invertir tiempo y dinero en un curso presencial?

¿Tiene sentido pagar por ello?

Lo tiene. Y mucho. Aquí te contaremos algunas de las principales ventajas de invertir en un curso profesional, formal y presencial.
 
1) Presencial = mayor responsabilidad
El solo hecho de comprometerse a un día y un horario nos predispone de otra forma frente al curso. Sé honesto: ¿cuántas veces has pospuesto el dichoso cursillo virtual, simplemente porque no te venía bien ningún horario? Asociamos el e-learning con flexibilidad, pero lo cierto es que muchos de nosotros no somos lo suficientemente flexibles, y necesitamos la rigidez de un horario establecido para realmente asumir la responsabilidad.
 
2) Interacción directa con el docente
Un curso formal nos pone cara a cara con el experto en la materia. Podemos plantearle nuestras dudas y consultas en tiempo real y recibir una respuesta en comunicación directa. Pero además, las clases presenciales cuentan con la ventaja de que resultan más sencillas de comprender que la información leída de Internet, ya que el docente transmite parte de la información mediante el lenguaje no verbal, tan importante para la comunicación humana.
 
3) Interacción con los pares
De la misma manera, un curso presencial nos conecta con personas con intereses afines a los nuestros. El curso puede ser una oportunidad inmejorable para conocer colegas, hacer contactos de negocios, intercambiar experiencias e inclusive, hacer nuevas amistades. El hecho de poner en práctica tantas habilidades sociales también funciona como motivación extra para seguir tomando el curso.
 
4) Feedback inmediato
En muchos de los cursos gratuitos online hay que esperar un tiempo para recibir correcciones y devoluciones personalizadas por parte de un docente. Cuando las evaluaciones son automáticas, carecen de cierta riqueza y profundidad. Por eso, otra de las ventajas que puede dar un curso presencial radica en una devolución constante que pone en evidencia nuestros avances, así como también las dificultades con las que nos topamos.
 
5) Garantía de calidad
Cuando pagamos por un curso presencial, se nos ofrecen certificados de asistencia que validan el aprendizaje llevado a cabo, y que después podemos agregar a nuestro currículum. Un curso presencial, por el hecho de cobrarles a sus asistentes, implica cierta calidad, cosa que por cierto no está garantizada ni reconocida en un curso gratuito que uno pueda hacer por Internet.
 
A modo de síntesis, podemos decir que, si bien el e-learning tiene ciertas ventajas (como la posibilidad de aprender desde casa y ahorrar dinero), son muchas las razones que justifican invertir cierto dinero en un curso profesional presencial, en especial si se trata de un área que nos ayudará a desarrollarnos profesionalmente.