En algunas ocasiones, culpamos a los demás por lo que nos pasa, quejándonos de los problemas y sintiéndonos víctimas de las circunstancias, en vez de hacernos responsables de nuestras propias acciones y sus consecuencias.
La manera en la que afrontamos una situación depende de la forma de ver las cosas, es decir, de nuestra perspectiva personal y de la actitud que tomemos ante ello.
Cambiar esta perspectiva es un parteaguas en el que podemos descubrir nuevas posibilidades para enfrentar situaciones adversas y obtener crecimiento personal, al mismo tiempo en que adoptamos una actitud positiva y mejoramos nuestra relación con los demás. De no ocurrir de esta manera, seguiremos viviendo como hasta ahora lo hemos hecho.
Beneficios