El temor a hablar en público no es algo extraño: de hecho, se calcula que a 4 de cada 5 personas les produce algún tipo de ansiedad. Sin embargo, para algunos, este temor no genera una simple inquietud sino que puede convertirse en una fuente de angustia. Las personas que padecen de glosofobia se paralizan, no pueden pronunciar las palabras e incluso la perspectiva de tener que dar un discurso ya produce en ellos síntomas físicos, como taquicardia, voz entrecortada, sudoración excesiva o mareos.
Si tú padeces de esta fobia, o si hablar en público te genera un cierto nerviosismo, seguramente lo pases mal en situaciones de clase, en el trabajo, o hasta en eventos sociales como casamientos, cumpleaños o aniversarios. ¿Qué se puede hacer al respecto? Ante todo, ayuda saber que no eres el único a quien le pasa algo así. Debes abandonar todo intento de perfeccionismo ya que con ello solo aumentarás tu temor a que algo salga mal. Y puedes ayudarte a vencer tu glosofobia con una serie de tácticas. Por ejemplo:
- Utilizar apoyo audiovisual: Muy útil cuando tienes que rendir un examen oral o hacer una presentación en una reunión de trabajo. Las fotografías, diapositivas o videos te quitarán presión y ayudarán a ordenar tu exposición.
- Conoce bien el tema: Estar muy seguro de aquello de lo que quieres hablar te ayudará a retomar el hilo del discurso si llegas a distraerte.
- Olvídate de la audiencia: Si alguien bosteza, si escuchas comentarios por lo bajo o -¡horror!- si alguno del público se levanta y se va, ello no se debe a tu exposición. Cada uno tiene sus propios problemas, piensa que pueden estar distraídos con otra cosa.
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Escrito por Adriana
miércoles, 25 de septiembre de 2019 12:07:00 p. m.
Categorías:
Desarrollo Personal