Todas las personas empleamos a diario diversos recursos de comunicación no verbal: desde la postura corporal, hasta las miradas, pasando por el tono de voz, se dice que el 90% de la comunicación interpersonal es no verbal. En el área del trabajo, la comunicación no verbal impacta directamente en el logro de objetivos. ¿De qué forma?
Aportar seguridad al mensaje
Más allá de lo que decimos, importa cómo lo decimos. Es fundamental tener en cuenta la comunicación no verbal al expresarnos. Utilizar un discurso claro, pausado, sin muletillas, junto con una postura corporal abierta y mirando a los ojos al interlocutor ayuda a que el mensaje se interprete sin interferencias.
Marcar adecuadamente las jerarquías
La comunicación no verbal ayuda a identificar a los verdaderos líderes, quienes no buscan sumisión en su equipo sino guiarlos y conducirlos a una meta en común. El dominio de la comunicación no verbal permite marcar una distancia respetuosa sin avasallar a las demás personas.
Generar un clima de trabajo determinado
Además de la iluminación de la oficina, la distribución de los muebles y de los espacios de trabajo, nada afecta el clima laboral tanto como la comunicación no verbal. Las sonrisas amables, un lenguaje corporal abierto, coherencia entre el discurso y los gestos del rostro y las manos, todo contribuye a que los trabajadores se encuentren cómodos.
Favorecer la escucha
Un discurso con entonación apropiada, que permite momentos de pausas; una mirada franca; un espacio que permita el contacto entre las personas; todo ello influye en que los empleados de una organización se sientan escuchados, trabajen más felices y la productividad de toda la empresa mejore.
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