Sabemos que el coeficiente intelectual por sí solo no alcanza para determinar el éxito que puede alcanzar una persona. La inteligencia emocional resulta igualmente substancial (o aún más) en la vida cotidiana, tanto para las relaciones personales como para las laborales. Lo que es aún más importante, todos tenemos el potencial para mejorar nuestras capacidades al respecto.
¿Qué beneficios puede traerte desarrollar tu inteligencia emocional? Para empezar, las personas con un alto grado de inteligencia emocional se caracterizan por saber escuchar al otro, tener un alto grado de empatía (saber “ponerse en su lugar”). Esto los hace idóneos para sentirse a gusto en un grupo y aptos para el trabajo en equipo, lo que conlleva beneficios en el trabajo. Pero también, al establecer vínculos más saludables mejorarás tus relaciones familiares, sociales y de pareja.
Por otro lado, la inteligencia emocional no solo sirve para relacionarse con los demás, sino que también se refiere a conocer, interpretar y manejar mejor las propias emociones. Las personas con un alto grado de inteligencia emocional tienden a sobrellevar mejor las situaciones de estrés, conservan la calma ante imprevistos y saben adaptarse con mayor facilidad a los cambios. Tener un alto grado de inteligencia emocional hará que sufras menos ansiedad y depresión, que puedas ser más creativo, productivo y flexible y que no te desalientes ante la menor dificultad.
Tanto para comprender mejor a las demás personas, para escuchar al otro y desarrollar aptitudes de liderazgo, como para conocerte más a ti mismo, entender tus propios mecanismos y aprender a sobrellevar lo que te toque, es muy importante desarrollar tu inteligencia emocional, dándole la misma importancia que a otros aspectos de la mente, como el razonamiento lógico o la habilidad verbal y lingüística.
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viernes, 29 de julio de 2016 08:30:00 a. m.
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Desarrollo Personal