Déjame ver esos números…

  

La conveniencia de tener nociones de contabilidad sin ser contador

Así como conviene saber cambiar una rueda sin ser mecánico, o preparar un pollo al horno sin ser chef, es fundamental para cualquiera tener alguna noción de contabilidad para comprender mejor la economía, ya sea de una empresa, del Estado, de una región o simplemente la del ámbito doméstico. He aquí algunas ventajas de aprender contabilidad para no contadores.

La contabilidad es el lenguaje de los negocios, ofrece un excelente apoyo para la planificación y el control, así como para la toma de decisiones. Básicamente, es importante para cualquier persona que maneje dinero. A nivel personal, te permite crear y manejar mejor un presupuesto y comprender mejor adónde van tus ingresos. Y desde la perspectiva laboral o empresarial, es una habilidad esencial requerida en cualquier nivel, ya sea desde un emprendimiento propio hasta la mayor multinacional.

¿De qué sirve la contabilidad para no contadores? Para mucho, inclusive en la vida cotidiana. En primer lugar, te ayuda a no ser estafado: por ejemplo, a la hora de adquirir un coche usado en una concesionaria. En segundo lugar, a no sentirte apabullado por tus propias finanzas: a manejar mejor tu presupuesto y a maximizar tus posibilidades de ahorro. En tercer lugar, a comprender mejor los vaivenes de la economía nacional y global, y a prever cómo pueden afectarte directamente algunas de sus variables.

En cuanto a las empresas, tanto para los empleados como para los directivos y los dueños, si bien muchos se excusan diciendo “soy malo para las matemáticas” o “para eso se le paga al contador”, resulta crucial aprender conceptos clave como qué son los capitales activos y pasivos, qué es un balance general, en síntesis, tener ciertas nociones básicas de contabilidad. 

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