El crecimiento de la economía suele darse de forma cíclica, y a un período de expansión suele seguirle la temida recesión. Y las crisis pueden afectar a las personas de diversas maneras. He aquí cinco maneras en las que las recesiones económicas pueden impactar en nuestra vida cotidiana.
1) Temor a perder el empleo: Con la recesión económica aumentan los índices de desempleo y la precarización laboral, y ningún trabajador se siente seguro en su puesto. Es un momento difícil para hacer cambios o para emprender un proyecto propio.
2) Pérdida de la capacidad de ahorro: El riesgo constante de devaluación de la moneda hace que en tiempos de crisis optemos por gastar en bienes durables en lugar de un ahorro planificado.
3) Menos gastos en ocio: ¿Qué es lo primero que se deja de hacer en época de recesión? Ir al cine, salir a comer afuera, o tomar vacaciones. Si bien pueden considerarse gastos superfluos, lo cierto es que recortar en tiempo libre repercute en una menor calidad de vida.
4) Cuesta más planificar a largo plazo: Cuando la economía local no tiene un horizonte claro, tampoco a nivel personal resulta fácil proyectarse a futuro.
5) Aumenta el estrés: Los efectos negativos antes mencionados ocasionan que cualquier persona sufra niveles más altos de estrés, lo que a largo plazo incide negativamente en la salud.
Suele traerse a colación el famoso ideograma chino que asocia el término “crisis” con el más positivo de “oportunidad”. Lo cierto es que las crisis no le convienen a nadie, pero de todas maneras, hay que estar preparado para saber sortearlas.
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